EL NIÑO Y LA CACHORRA


Una pareja en cierto país dieron rienda suelta a los placeres de la vida  y no tuvieron la precaución suficiente y aconteció lo inesperado la mujer quedó embarazada. Como todo embarazo no deseado buscaron la forma de que la creatura que llevaba en el vientre la mujer no llegara a este mundo con vida. Pasado el tiempo la mujer cumple el ciclo de gestación y decide tener él bebe y después del nacimiento se le ocurre el brutal hecho de lanzar a una inofensiva creatura de Dios al basurero, pero esta malvada mujer no pensó que el dador de la vida estaba observando su terrible accionar y que Él intervendría para conservar la vida de aquella personita y así fue, en medio de aquel basurero sale una cachorra y tomando en su hocico él bebe, como pueden ver en la imagen, lo llevo a una casa cercana donde inmediatamente se hicieron los tramites de llevarlo al Hospital y ser atendido por los médicos. “El bebé recibió atención profesional. También se le han hecho análisis de sangre y esta aparentemente bien y sin ninguna enfermedad. Pero como no sabemos el entorno en el que se expuso, vamos a tomar otras medidas de precaución ", dijo Osmarina.
 
Él bebe sobrevivió y le debe  la vida primeramente a Dios quien interviene en todas las cosas y luego a este ángel de cuatro patas. Verdaderamente hay cosas que hasta de los animales podemos aprenderlas. Dios, Señor de la vida, ha confiado a los hombres la insigne misión de proteger la vida, que se ha de llevar a cabo de un modo digno del hombre. Por ello, la vida ya concebida ha de ser salvaguardada con extremados cuidados; el aborto y el infanticidio es un apto reprochable, es un “crimen abominable” que viola el derecho fundamental a la vida del ya engendrado y no nacido, y configura un grave desorden moral que involucra a quienes a ciencia y conciencia intervienen en este hecho. La aceptación legal del asesinato voluntario de un miembro de la sociedad por parte de otro miembro, compromete desde la raíz uno de los principios fundamentales de la convivencia civil, el derecho a la vida. «Las leyes de los hombres te amparan, puedes ir a un hospital a practicarte un aborto, es muy simple y además nadie te va a preguntar nada, quizás ni tu nombre. Pero considera: Dios sabe perfectamente que llevas vida dentro de tu vientre. No mates a quien puede ser un regalo para toda la humanidad» El ser humano debe ser respetado y tratado como persona desde el instante de su concepción y, por eso, a partir de ese mismo momento se le deben reconocer los derechos de la persona, principalmente el derecho inviolable de todo ser humano inocente a la vida. La vida no pertenece al hombre ha sido recibida de Dios. Es sagrada. Ningún hombre puede disponer de ella a su antojo. Libertad de creencias nunca debe ser interpretada como libertad para destruir a otros. El aborto no es una cuestión meramente de creencias sino que se trata de un derramamiento de sangre; no es simplemente sobre puntos de vista sino sobre víctimas. Y la vida da giros inesperados, de un segundo a otro, nuestro destino puede ser otro. NO vale la pena especular con el futuro, cuando ni siquiera sabemos si va a haber un mañana para nosotros, tal vez hoy puede ser el último día, o quizás no; pero de todas maneras siempre es bueno disfrutar cada día como si fuera el último. Aprovechar cada contacto con lo que amamos y en especial con el infante que se forma dentro de usted, respirar profundo, contemplar cada mínima cosa como si fuera la primera vez que la observamos, maravillarnos ante cada puesta de sol, ante cada amanecer. No desperdiciemos nuestros días y nuestras vidas con cosas banales y disfrutemos mientras podemos. Las personas no siempre somos capaces de disfrutar y entender lo mucho que tenemos hasta que lo perdemos, no cometamos ese error. Porque lo único seguro que tenemos en la vida es la muerte. Tal vez para algunos no sean más que palabras, pero si algo aprendí el día de hoy fue que nada es para siempre. La vida es dual. Así pues, no podríamos entender el bienestar sin el malestar, del mismo modo que el día no existiría sin la noche, el frio sin el calor, la tranquilidad sin las preocupaciones… aunque como una vez leí; ¿quién sabe lo que los problemas pueden hacer por ti? Quizás una seria y profunda reflexión sobre nuestra vida nos podría arrojar mucha luz. Nacer y morir son los términos inviolables de la vida; ella nos dice con voz firme que lo normal no es nacer ni morir en la plenitud de nuestras funciones. Si aceptamos que una madre pueda matar a su propio, ¿cómo podemos decir a las personas que no se maten entre sí?, cualquier país que acepte el aborto no está enseñando a su gente a matar, sino a que recurran a la violencia para conseguir lo que quieren. Y por favor, si usted aún no está en condiciones de tener un bebé y por error o descuido en su relación íntima, quedó embarazada o usted hombre, si la persona con tuvo relación, le pedimos que sea responsable, que busque ayuda y consideres, que abortar un bebé es cometer un crimen. Si hoy usted existe es porque tus padres no te abortaron. "Ten conciencia" ellos son criaturas inocentes que al igual que usted merecen vivir. En cualquier caso en la vida hay ciertas cosas que te vienen dadas, sin embargo, el tipo de persona en que nos convertimos debería ser el resultado de una decisión íntima y consciente, no solo la consecuencia de las circunstancias que nos toca vivir y que nos afecta a lo largo de nuestra existencia. Desde esta libertad interior, ejercitando nuestra capacidad de reflexionar, tenemos más posibilidades de encontrarle un sentido a la vida, a nuestra vida.



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